Necesitaremos conectarlos a un enchufe para que las tecnologías de carga por inducción funcionen de la forma adecuada. El desarrollo es relativamente simple, y radica en el uso de un campo electromagnético para transladar energía entre dos objetos. Vimos de qué manera los cargadores inalámbricos han sido protagonistas en varios lanzamientos en los últimos años en este terreno, y múltiples de los últimos modelos de gadgets de gama alta tiene esta opción dentro de serie.

El principal problema que se registró con esta clase de carga es el de la rápida degradación de la batería. En cualquier caso, y para tranquilizar a los usuarios de iPhone, es justo decir que esta situación era muy común en los primeros modelos de cargador, aunque se ha ido solventando poco a poco en estos años. Es cierto que la carga inalámbrica requiere de una conexión física entre el teléfono y el cargador, pero la mayor parte de las bases de carga inalámbricas cumplen con su cometido incluso en el momento en que hay fundas de plástico de por medio . Este desarrollador, de la misma Apple, forma parte del Wireless Power Consortium. De modo que elegir un receptor inalámbrico compatible con Qi para agregarlo a nuestro iPhone es la forma más sencilla y eficiente de dotar a nuestro dispositivo de carga inalámbrica. La tecnología Qi es universal, o sea, es compatible con todos los teléfonos que la traigan instalada, así sean Android o Apple.

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Algo que tal vez se llegue a ofrecer en el futuro pero que, por lo menos por el momento, semeja estar más allá del horizonte. Es un estándar abierto mantenido por una organización sin ánimo de lucro. De esta forma, los usuarios pueden escoger libremente entre diferentes proveedores de ID4me y también pueden mudar el proveedor cualquier ocasión. Sin ningún género de dudas esta forma de cargar es, probablemente, la que mucho más opciones tenga de establecerse como la carga eléctrica más especial.

Ante este nuevo «boom» inalámbrico, te contamos como funciona. Si tu móvil tiene carga inalámbrica, probablemente esté hecho de plástico o cristal, pero jamás de metal. Esto se origina por un motivo muy importante, y sucede que el metal es conductor de electricidad, al tiempo que el plástico o cristal no lo son. Si se usara metal se podría calentar exageradamente y podría resultar peligroso.

Esto deja poder integrar cargadores bajo o dentro de muebles y otros lugares puesto que las bobinas ya no deben estar tan cerca. En cambio, hay tecnologías desarrollandose para poder cargar dispositivos con solo estar cerca del cargador. Una persona que quiera cargar su dispositivo inalámbricamente tendrá que tener un cargador y el dispositivo debe ser compatible . En el año 2010 anunciaron el estándar Qi de carga inalámbrica.

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Precaución, porque en realidad ese apunte no guarda relación con los diez vatios a los que opera la tecnología Quick Charge 2.0 de Qualcomm, que llegan a ser 36 vatios en dispositivos compatibles con esa característica. Sea como fuere, la carga inalámbrica lleva mucho entre nosotros pero llegó el instante en el que podría explotar hasta llegar a transformarse en un estándar en el mercado. Como lo han hecho ahora las cargas veloces o como se impuso el Bluetooth en su día. Quizás no esté lejos el día en que no se comprenda un móvil sin la oportunidad de cargarlo de forma inalámbrica o por contacto, como prefiramos llamar al sistema. No solo por poder empezar a eliminar cables a la hora de interaccionar con los teléfonos sino por poder cerrar un puerto mucho más, el USB, para poder la total estanquidad de los teléfonos móviles.

Tanto el estándar Qi como PMA utilizan la inducción electromagnética para dar de comer un dispositivo que, siempre, ha de estar posicionado sobre el cargador inalámbrico. No obstante, PMA se distingue de Qi por emplear una frecuencia más baja y una carga menos eficaz, además de esto, los protocolos de conexión son distintos. La carga inalámbrica puede lograr que su iPhone se caliente; y si eso pasa, su estación de carga detendrá la carga hasta que el dispositivo se enfríe. Además, cualquier notificación que haga que su iPhone vibre puede sacarlo de la bobina de carga y detener la carga. Si tiene un PopSocket, asimismo deberá soltarse antes de cargarlo. Imagine ingresar por la puerta de su casa y quitarse los zapatos, colgar el abrigo, luego colocar su iPhone en su estación Qi y dejar que se cargue.

Por ahora se integra sobre todo en smartphones, smartwatches y ciertos auriculares al estilo de los AirPods, pero si prosigue avanzando puede cambiar de manera definitiva nuestras vidas. Te sorprenderá el número de móviles compatibles, que no es, de hecho, una novedad, pero ha tomado fuerza merced a la mayor disponibilidad de bases para la carga a través de este sistema y la llegada de Apple. Lo que se traduce en que, si el cargador USB de tu dispositivo carga a 5V a 1000 miliamperio-hora, un cargador inalámbrico Qi cargará a una capacidad levemente inferior, cerca de los 700 miliamperio-hora para poder funcionar con total seguridad.

Carga de un móvil por inducciónEn una primera etapa, la cantidad de energía que se transmite es baja y es sólo para lograr hacer llegar ambos sistemas y verificar que funcionen según el estándar Qi. La carga inalámbrica de hoy es más bien una carga por contacto. La previo desventaja provoca que jamás sea tan rápida esa carga. Por muy moderno que sea el cargador, que se conecta al móvil inteligente con un cable. Al no existir contacto, no se genera un desgaste de ninguno de los elementos de los 2 dispositivos. Con el proceso usual, transcurrido un tiempo es normal sufrir el deterioro de las clavijas y accesos USB de los dispositivos.